Cusco, antigua capital del Imperio Inca, es mucho más que un simple punto de paso hacia Machu Picchu. Es una ciudad llena de encanto, de historia, de energía… Ya seas amante de la cultura, buen gourmet o aventurero curioso, Cusco te reserva grandes sorpresas.
Aquí tienes 10 experiencias que no te puedes perder para descubrir Cusco de otra manera y crear recuerdos memorables.
1. Crear y saborear tus propios cócteles de pisco en Chicha por Gastón Acurio
¿Ganas de una experiencia auténtica, divertida y gourmet alrededor del famoso pisco peruano? Dirígete a Chicha, el restaurante del chef de renombre mundial Gastón Acurio. Más allá de sus deliciosos platos con influencias andinas, el establecimiento también ofrece una experiencia original de mixología donde te conviertes en bartender por un taller.
Lo que recomendamos:
Reserva su taller de cócteles de pisco, una actividad lúdica y amigable durante la cual aprenderás a preparar tú mismo varias recetas, como el clásico pisco sour, una versión con maracuyá o incluso un toque más herbal con muña, la menta andina. Todo acompañado de apasionantes explicaciones sobre el origen del pisco, sus diferentes variedades, ¡y algunos trucos de profesional para impresionar a tus amigos al regresar! Y por supuesto… degustarás tus creaciones en el lugar en un ambiente cálido y refinado.
Dirección: Calle Santa Catalina Ancha 344, a dos pasos de la Plaza de Armas.
2. Poner las manos en la masa en el Museo del Chocolate
Si te gusta el chocolate, te encantará el ChocoMuseo. Allí se descubre todo el proceso de fabricación del chocolate, desde la semilla de cacao hasta la tableta. Este lugar lúdico y gourmet ofrece varios talleres adaptados tanto para pequeños como para grandes, y también permite entender la importancia del comercio justo en la cultura del cacao.
Lo que recomendamos:
Inscríbete en el taller “De la semilla a la barra”, donde realizarás tu propio chocolate eligiendo los ingredientes (nueces, frutas secas, especias…). ¡La experiencia es divertida, educativa y deliciosa! No olvides probar su chocolate caliente con leche de coco o su licor de cacao casero en la tienda.
Dirección: Calle Garcilaso 210, en una bella casa colonial.
3. Explorar Cusco con un escape game en la ciudad
¿Y si descubrieras Cusco como en un juego a gran escala? Gracias al escape game urbano propuesto por Escápate Slow Tourism, recorres las callejuelas de la ciudad en busca de pistas y lugares ocultos mientras resuelves enigmas para salvar a Tupac Amaru de las manos de los españoles. Es una forma original, divertida e inmersiva de explorar Cusco desde un ángulo totalmente nuevo.
Lo que recomendamos:
Reserva con antelación tu recorrido para elegir entre diferentes escenarios, ya sea en familia, en pareja o con amigos. Pasarás por lugares, a veces incluso secretos, mientras aprendes más sobre la cultura peruana.
Punto de partida: según escenario – coordenadas proporcionadas tras la reserva.
https://escapegameperu.com
4. Pasear por San Blas, el barrio bohemio de Cusco
San Blas es una pequeña joya encaramada en las alturas de la ciudad. Este barrio de calles empedradas estrechas, muros blancos y balcones de madera azul es el refugio de artistas, soñadores y viajeros curiosos. Allí se encuentran galerías de arte, talleres de artesanos, pequeñas tiendas de creadores y una atmósfera tranquila que contrasta con el bullicio de la Plaza de Armas.
Lo que recomendamos:
Instálate en La Bohème, una crepería acogedora y llena de encanto donde puedes degustar galettes bretonas saladas y dulces con un toque andino. También es un lugar animado, a menudo con música o exposiciones. Justo al lado, puedes subir unos escalones hasta el mirador de San Blas, un pequeño balcón natural que ofrece una vista impresionante de los tejados de Cusco. El lugar es aún más mágico por la noche, cuando se encienden las luces de la ciudad: ¡un verdadero momento poético que no te puedes perder! Después, entra al taller de Hilario Mendivil, una familia de artistas conocida por sus esculturas religiosas con un estilo inca único (personajes de cuellos largos). Finalmente, no te pierdas la plaza San Blas, a menudo animada por mercados artesanales y músicos callejeros.
Barrio de San Blas – accesible en 10 min a pie desde el centro.
https://www.labohemecusco.com/fr/accueil/
5. Probar la gastronomía local en un mercado tradicional
Para descubrir la verdadera vida cusqueña, nada como una visita al mercado. El Mercado San Pedro o el de San Blas, a dos pasos del centro, es un festival de colores, sonidos y olores. Allí encontrarás frutas exóticas, quesos andinos, hierbas medicinales y platos típicos. Si estás de paso en Cusco un sábado, no dudes en ir a la plaza Tupac Amaru para descubrir un mercado local, lejos de las multitudes, donde podrás perderte por los pasillos para descubrir la comida peruana, ¡y también comprar frutas y verduras frescas o frutas secas!
Lo que recomendamos:
Toma un jugo de frutas frescas preparado al momento (¡piña-maracuyá o mango-menta, una delicia!), o siéntate en uno de los puestos para probar una sopa de quinua, un ají de gallina o incluso el famoso cuy chactado (conejillo de indias frito). Es local, económico y muy sabroso.
Dirección: Av. Cascaparo, a 5 min a pie de la Plaza de Armas.
6. Ofrecer una pausa de relajación a tu cuerpo en Namasté
Después de una caminata, un día de exploración o simplemente para cuidarte durante tu estancia, ¡nada mejor que un buen masaje! En Cusco, el centro Namasté es un pequeño oasis de calma escondido en una calle tranquila del centro. Aquí, se toman el tiempo de cuidarte con dulzura y atención.
Lo que recomendamos:
Opta por su masaje andino con aceites esenciales, un tratamiento relajante que mezcla técnicas locales y gestos inspirados en el ayurveda. También puedes elegir un masaje terapéutico más profundo si tienes las piernas cansadas después de Machu Picchu o Rainbow Mountain. El equipo es profesional, atento, y los precios son muy accesibles comparados con Europa. Al salir, te sentirás completamente regenerado/a… ¡listo/a para nuevas aventuras!
Namasté está ubicado en Calle Qanchipata, a dos pasos de San Blas.
7. Explorar los senderos escondidos del Templo de la Luna y del Templo del Mono
¿Ganas de aire fresco y algo de aventura sin salir de Cusco? Dirígete a las alturas de la ciudad para una hermosa caminata hacia el Templo de la Luna y el Templo del Mono. Estos sitios arqueológicos poco conocidos ofrecen una inmersión en la naturaleza y una atmósfera mística, perfecta para alejarse del bullicio del centro.
Lo que recomendamos:
Desde el barrio de San Blas, puedes llegar a pie a los senderos que conducen al Templo de la Luna, un lugar sagrado inca tallado en la roca, rodeado de formaciones naturales impresionantes. Un poco más lejos, encontrarás el Templo del Mono, más discreto, pero fascinante por sus formas esculpidas en piedra. Estos lugares no están muy bien señalizados, así que no dudes en usar una app como Maps.me o pedir orientación a un local.
Es una caminata perfecta para una tarde tranquila, entre bosques de eucaliptos, vistas despejadas y misterios incas. ¿Lo mejor? ¡Casi no hay gente!
Accesible a pie desde San Blas, o en taxi hasta Qenco Chico o la Zona X.
8. Caminar hasta el Cristo Blanco
El Cristo Blanco es una gran estatua blanca de Cristo que domina Cusco. De fácil acceso, es una caminata agradable que ofrece una vista panorámica impresionante sobre toda la ciudad y las montañas circundantes.
Lo que recomendamos:
Sal a pie desde San Blas o San Cristóbal, siguiendo las pequeñas callejuelas empedradas. Una vez arriba, quédate un rato para admirar el atardecer. También puedes llevar un pequeño picnic o una bebida caliente en un termo. El lugar es tranquilo al final de la tarde.
Cristo Blanco – al lado de Sacsayhuamán.
9. Asistir a un espectáculo de danzas tradicionales
Las danzas tradicionales del Perú cuentan la historia y diversidad cultural del país. Asistir a un espectáculo de danzas folclóricas andinas es una manera festiva y colorida de comprender mejor el alma de la región.
Lo que recomendamos:
El Centro Qosqo de Arte Nativo ofrece todas las noches (18:30) un espectáculo lleno de color con trajes tradicionales, música en vivo y danzas de diferentes regiones del Perú. Podrás disfrutar durante una hora de un verdadero testimonio de la cultura peruana con toda autenticidad. ¡Llega con antelación, porque incluso con tu boleto turístico, las puertas se cierran una vez que se llena la sala!
Dirección: Av. El Sol 872 – a 10 minutos de la Plaza de Armas.
10. Participar en un taller artesanal
Cusco es una ciudad de artesanos. En lugar de comprar un recuerdo ya hecho, ¿por qué no fabricarlo tú mismo? Varios talleres te proponen descubrir técnicas ancestrales como el tejido, la cerámica o la pintura andina.
Lo que recomendamos:
Prueba un taller de cerámica en Arte y Vida Cusco, donde puedes modelar y pintar tu propio cuenco o plato. O acércate al Centro de Textiles Tradicionales del Cusco para aprender las bases del tejido andino con artesanos quechuas.
Arte y Vida: Calle Carmen Bajo – Centro Textiles: Av. Sol 603.
Y para aprovecharlo al máximo… ¡piensa en el Boleto Turístico!
Cusco rebosa de maravillas por descubrir, entre tradiciones vivas, gastronomía inventiva, cultura inca y naturaleza deslumbrante. Ya estés aquí por unos días o por una larga estadía, cada experiencia te acerca un poco más al alma andina.
Para explorar algunos sitios imprescindibles como Qorikancha, Ollantaytambo, Pisac o Moray, necesitarás el Boleto Turístico, un pase oficial que da acceso a varios lugares culturales y arqueológicos de la región. Existen diferentes opciones (general o parcial, válido por 1, 2 o 10 días), según tu programa y presupuesto.
Puedes comprarlo en las principales oficinas de turismo en Cusco o directamente en la entrada de algunos sitios. Es una solución muy práctica para evitar pagar cada visita por separado y al mismo tiempo apoyar la preservación del patrimonio local.
¿Entonces, listo/a para descubrir Cusco en todas sus facetas?
¡Cultura, naturaleza, cocina y aventura te esperan en cada esquina!