En Cusco, el mes de junio no es solo un mes. Es un festival permanente. Cada día, la ciudad baila, canta, reza o ríe. Este mes es una celebración vibrante de la identidad andina, mezclando tradiciones incas, fe católica y alegría popular. Aquí tienes el programa día por día, para no perderte nada de esta explosión cultural única en el mundo.
1 de junio – Ofrenda a la Pachamama
Se inicia el mes con una ofrenda a la Madre Tierra, la Pachamama. Esta ceremonia andina ancestral es un momento de respeto y conexión espiritual con la naturaleza. Se entierran hojas de coca, alcohol, semillas o dulces como agradecimiento a la tierra por su generosidad. Es una forma simbólica de pedir su bendición para el mes que comienza, y de recordar que todas las fiestas que siguen se basan en el equilibrio entre el ser humano y la naturaleza.
7 de junio – Día de la Bandera y Corso de Luces
El 7 de junio, Cusco celebra el Día de la Bandera Peruana, un evento patriótico donde se rinde homenaje a los símbolos nacionales. Al caer la noche, comienza la magia con el Corso de Luces, un desfile nocturno lleno de luz, danza, música, folklore y trajes deslumbrantes, que crea una atmósfera hipnotizante. Toda la ciudad se convierte en un cuento visual bajo las estrellas.
8 al 16 de junio – La juventud cusqueña en escena
Cada día durante este periodo, una universidad o instituto de Cusco toma la Plaza de Armas para presentar sus danzas, músicas y puestas en escena culturales.
- 9 de junio: Los institutos tecnológicos, pedagógicos y de música abren el programa con sus talentos artísticos.
- 10 al 13 de junio: Cada jornada destaca una universidad diferente, desde la Universidad Andina hasta la Continental. Se aprecian coreografías, símbolos y trajes a veces reinterpretados de forma contemporánea.
- 14 de junio: Un desfile lúdico y emotivo de perros disfrazados, muy querido por las familias, seguido del saludo oficial del Perú a la ciudad de Cusco, un acto protocolar lleno de significado.
- 15 de junio: La Universidad de las Artes muestra toda su creatividad en un desfile alegórico lleno de color.
- 16 de junio: El colegio Inca Garcilaso organiza un pasacalle de danzas folklóricas, preparado con esmero por alumnos y docentes.
17 al 20 de junio – La escuela, la fe, la tradición
- 17 de junio: Los niños de primaria desfilan con orgullo en trajes tradicionales hechos en casa. Una forma encantadora de transmitir la cultura desde temprana edad.
- 18-19 de junio: El Corpus Christi es una de las mayores celebraciones religiosas del Perú, y sin duda la más emblemática en Cusco. Introducida por los españoles en el siglo XVI, se fusionó profundamente con las tradiciones andinas. Antes de la llegada de los conquistadores, los incas realizaban una procesión similar durante el solsticio de invierno, llevando las momias de sus antiguos gobernantes por la ciudad. Estas momias eran exhibidas para honrar a los ancestros y conectarlos con los vivos. Con la colonización, fueron reemplazadas por estatuas de santos y vírgenes, cada una representando un barrio o comunidad. Hoy, quince estatuas majestuosas son llevadas en procesión hacia la catedral, acompañadas por músicos tradicionales, cargadores con trajes coloridos y una multitud emocionada. Las calles se llenan de flores, incienso y alfombras vegetales elaboradas con esmero. Es un momento solemne y festivo, profundamente arraigado en la identidad cusqueña.
- Pero el Corpus Christi no solo se vive en las calles o iglesias —también se saborea. El plato emblemático de esta fiesta es el Chiriuchu, un platillo frío que narra la historia del Perú: cuy y maíz de los Andes, queso serrano, pescado seco y algas de la costa, junto con huevos y embutidos. Esta mezcla refleja el espíritu del Corpus Christi: una fiesta donde se encuentran lo sagrado y lo popular, el legado prehispánico y la tradición católica.
20 de junio: Los alumnos de secundaria presentan danzas dinámicas inspiradas en las regiones del Perú. Una continuación del aprendizaje cultural.
21 de junio – Solsticio de invierno y espectáculo de luces
El solsticio de invierno marca el momento cósmico más importante del año para los incas. Era tiempo de ofrendas y rituales para asegurar buenas cosechas. Hoy se celebra intensamente, con un espectáculo nocturno de luz y sonido que transporta al espectador a los cielos andinos.
24 de junio – Inti Raymi, la Fiesta del Sol
El 24 de junio es el punto culminante del mes: el Inti Raymi, la celebración más espectacular y emblemática de Cusco. Esta ceremonia incaica en honor al dios Sol se representa en tres actos:
- Qoricancha: El gran sacerdote y el Inca inician la ceremonia al amanecer.
- Plaza de Armas: El Inca saluda al pueblo y recibe a los representantes de los cuatro suyos.
Sacsayhuamán: Escenario principal con danzas, discursos, sacrificios simbólicos e invocaciones a los elementos.
El Inti Raymi no es solo un espectáculo: es una manifestación profunda de identidad, una experiencia espiritual intensa y una transmisión viva del legado incaico.
26 de junio – La Octava del Corpus Christi
Ocho días después del Corpus Christi, las estatuas regresan a sus parroquias en una procesión más íntima pero igualmente solemne. Es el cierre espiritual del ciclo religioso del mes.
29 de junio – San Pedro y San Pablo
El mes culmina con una celebración religiosa más recogida pero muy respetada: la fiesta de San Pedro y San Pablo, pilares del cristianismo. En varios barrios hay misas, procesiones y pequeños conciertos.
Junio en Cusco, un mes de emociones y herencia viva
Junio en Cusco no es como cualquier otro mes. Es un tiempo aparte, donde la ciudad vibra con tambores, danzas y celebraciones milenarias. Para disfrutarlo de verdad, hay que ralentizar el ritmo, observar, escuchar… y dejarse sorprender. Olvida las expectativas europeas de puntualidad o silencio: aquí las calles son escenarios vivos, las escuelas desfilan con orgullo, los santos salen de sus iglesias y los platos cuentan historias.
Es un mes donde lo cotidiano se convierte en fiesta, y cada día es una oportunidad de celebrar la identidad, la cultura y la fe. Si estás en Cusco en junio, tómate tu tiempo. Tiempo para vivir, descubrir, sentir… y sobre todo, déjate llevar por el alma festiva y cálida de los Andes.